No estás, el silencio me aturde, porque cierro los ojos y logro transportarme a cada una de las noches que hemos tenido en esta misma habitación, nuestro espacio secreto, a donde huimos del mundo que no sabe lo nuestro.
Y mi piel empieza a necesitarte, cada parte de mí te extraña, añora tenerte, sentir ese placer que provocas...me falta, desespero, y empiezo a temblar, me descubro recorriendo mi cuerpo, empiezo a tocarme, mis manos buscan llegar a donde tu sabes y hacer lo que tu haces, necesito sentir calor, aunque a veces me detengo, aún existe cierto pudor, pero es más el deseo, la ansiedad de ser amada, de sentirme deseada, que no importa ser yo misma quien esta vez haga posible el extasis.
Y me voy descubriendo sin miedo, acercandome a lugares que mis manos desconocían de cierta forma, y me escucho agitada, no puedo evitarlo, cerrando los ojos, menciono tambien tu nombre, y logro imaginarte, pensar que eres tú, hablarte, decirte las cosas que he dicho antes, y sigo tocandome...sigo sin tí.
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